El heredero del chavismo
Nicolás Maduro llegó al poder en 2013, luego de que Hugo Chávez, el carismático y popular militar, que fundó la Revolución Bolivariana, lo nombrará como sucesor antes de morir.
Durante sus primeros seis años como presidente, la economía del país entró en crisis. El chavismo empezó a mostrar deficiencias y posteriormente la población comenzó la migración más grande de la historia.
En 2018, el mandatario fue reelegido para un segundo mandato enfrentando a una oposición debilitada y ausente.
En 2019, Estados Unidos impuso sanciones al gobierno, que contribuyeron al empobrecimiento de Venezuela.
La polémica victoria
La investidura tuvo lugar, a pesar de las múltiples denuncias de fraude electoral por parte de la oposición. Quienes aseguran que el candidato, Edmundo González, es el ganador de las elecciones del 28 de julio de 2024, y ha sido reconocido como el presidente electo por otras naciones.
La oposición asegura que González obtuvo casi el 70% de votos contra apenas 30% de votantes de Maduro.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) afirmó que el aspirante a la reelección consiguió el 52% de votos, sin mostrar los comprobantes electorales.
Las reacciones de la comunidad internacional
Los gobernantes de Cuba y Nicaragua, Miguel Díaz-Canel y Daniel Ortega, respectivamente, fueron los únicos representantes presentes en la toma de posesión de los países latinoamericanos.
Para sorpresa, Colombia y Brasil, aliados tradicionales del chavismo, estuvieron ausentes en el juramento.
Varias delegaciones de la Organización de Estados Americanos (OEA), emitieron una declaración conjunta rechazando la investidura del presidente de Venezuela. 14 de los 34 países miembros exigieron al “régimen autoritario” que restablezca la democracia.
Rusia, Irán y China, han reconocido la reelección de Maduro y enviaron delegaciones a la ceremonia.